Hay muchos falsos mitos sobre la carne. Siempre hemos escuchado que consumir carne no es bueno para la salud debido a su alto contenido en grasas y en calorías. Y es que es posible ver como hay personas que dicen que han comenzado una dieta y que la carne se la han suprimido, o que les han detectado alto colesterol y el médico se las ha prohibido.
Estos tópicos anteriores, al igual que se llevan a cabo con la carne, se hacen con otros alimentos imprescindibles en nuestra pirámide nutricional y causan que posteriormente, prescindamos de ellos y no llevemos una buena alimentación.
Sin embargo, lo que sí hay que defender es que la carne es un alimento del cual no se debe abusar de su consumo y más si se trata de piezas que tienen un alto aporte en sal y grasas saturadas. Aunque estas últimas sean una fuente de energía y realice distintas funciones dentro de nuestro organismo, hemos de saber elegir una dieta adecuada y tener en cuenta la frecuencia con la que ha de comerse carne y qué tipo esta es preferible consumir.
Normalmente, se aconseja consumir carne dos o tres veces por semana, pudiendo elegir entre un amplio abanico de posibilidades de carne de distintas especies animales (pollo, pavo, vacuno, cerdo, ovino, etc). Dentro de las mismas, existen diferentes piezas que aportan muchos valores nutricionales.
En términos generales se puede decir que la carne aporta:
– 22% de proteína de alta calidad.
– 75% de agua.
– 1% de vitaminas.
– 1% de minerales.
– 2% grasa.
Tal y como hemos podido comprobar, la carne solamente contiene un 2% de grasa aunque dicha composición dependerá de la especie animal y de la pieza.
En cuanto al mito de que la carne posee un alto contenido en colesterol, es necesario reflejar, que a pesar de que es cierto que este alimento contiene colesterol, la cantidad que aporta (entre 40mg y 70 mg por 100g de carne) son valores muy bajos si tenemos en cuenta lo que se recomienda habitualmente (300mg/día).
Con respecto a las calorías, al igual que con el aporte de grasa, todo dependerá de la especie y de la pieza de la que se trate. No obstante, el cordero es el que posee la carne con más calorías frente a la mayoría de piezas de la carne de vacuno y cerdo que debido a su bajo contenido en calorías, se pueden consumir perfectamente en dietas hipocalóricas.
