Los alimentos precocinados en España

Actualmente, la falta de tiempo con la que cuenta un gran porcentaje de la población española, ha hecho que se sustituya la comida tradicional casera por los alimentos precocinados. Cada vez es más común encontrarnos en el supermercado una gran variedad de este tipo de productos como pueden ser: croquetas, empanadillas, lasañas, canelones e incluso hasta sopas y guisos.

Es indudable la rapidez y facilidad de su elaboración ya que en menos de diez minutos es posible disponer de un plato en la mesa. Además, se trata de alimentos que sacian el apetito por lo que hace que éstos sean mucho más atractivos.

Sin embargo, no resultan beneficiosos para una buena alimentación equilibrada y saludable, a pesar de las grandes facilidades que nos reportan los mismos cuando no disponemos de suficiente tiempo para cocinar. La razón de ello es que dichos alimentos ya están cocidos y al calentarlos pierden gran parte de sus nutrientes. Por este motivo se recomienda que no se abuse de su consumo y que no se convierta en nuestra dieta habitual.

A continuación, indicaremos cuáles son las ventajas e inconvenientes de estos productos precocinados.

Ventajas

–        Su larga conservación debido a los aditivos que contienen.
–        Facilidad y rapidez en su elaboración ya que dichos alimentos están elaborados para “abrir y consumir”.
–        La gran variedad existente, lo que hace que podamos degustar muchos platos internacionales.
–        Mayor especialización de los platos, dirigidos a personas con necesidades específicas. Es el caso de productos precocinados sin colesterol, light, sin azúcar, etc.

Inconvenientes

–       Pérdida de nutrientes ya que como hemos reflejado anteriormente, dichos alimentos ya están cocidos por lo que al volver a calentarlos pierden gran parte de las vitaminas que aporta.
–       Dificultad de identificar los ingredientes en cuanto a cantidad y calidad se refiere.
–       La digestión muy pesada que causa debido a que son platos muy condimentados y a veces demasiados fuertes.
–       Valor energético mucho más elevado que los de alimentos frescos.
–       Contiene una gran cantidad de grasas saturadas que aumentan los niveles de colesterol.

En conclusión, se aconseja consumir de forma moderada este tipo de productos y sólo hacer uso de ellos en casos de falta de tiempo. Una buena opción para tener una alimentación saludable y no abusar de los precocinados, es elaborar alimentos caseros en raciones y congelarlos para un uso posterior. De esta manera, aunque se traten de productos congelados no dejan de ser hechos en casa.

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